Antonio Piedra y Alfonso Triviño : ciclistas deportivos dando el cante por el carril-bici de Sevilla

¡Ya está sucediendo!

Como venimos avisando desde Ciudad Ciclista, el carril-bici ya es, a día de hoy, una herramienta en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que está siendo activamente utilizada en las calles para reprimir el derecho de las personas a circular en bicicleta por la calzada.

Nos lo confirman, desde el mismísimo carri-bici de Sevilla, dos egregios representantes del mundo del ciclismo profesional:

Este video de Antonio Piedra (ciclista profesional), junto a su padre y a Alfonso Triviño (asesor jurídico de la Asociación de Ciclistas Profesionales) merecería un comentario crítico más amplio, como caricatura del arcenismo-carrilbicismo tan del gusto de nuestros ciclistas profesionales (esa secuencia en la que los ciclistas «enlycrados» se dedican a buscar un carril-bici por una calle peatonalizada sería desternillante, sino fuera porque muestra hasta qué punto la carrilbicoína actúa como un auténtico napalm neuronal).

Dejando las risas para otro momento, y para centrarme en lo verdaderamente esencial, en esta entrada solo voy a destacar dos ideas que aparecen en el video, que me parecen especialmente inaceptables.

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La primera, querido Antonio Piedra y demás compañeros, es que me parece inaceptable que planteeis el derecho a circular en bicicleta por la calzada en ciudad como un privilegio exclusivo de una determinada tipología de ciclista muy específica: el atleta profesional en modo «ciclista-de-desplazamiento-rápido» enfundado en su lycra -. Estáis dando a entender que el derecho a circular por la calzada no aplicaría ni siquiera al mismo Antonio Piedra cuando «está de ciclista urbano» en su bici de paseo:

«Yo habitualmente para desplazarme por la ciudad con la bicicleta de paseo no tengo ningún problema por el carril-bici. El problema es que cuando salgo a entrenar con la bicicleta de entrenamiento normalmente voy por la carretera, no voy por el carril-bici, etc.».

No, no y no.

Los ciclistas urbanos de todo tipo y condición queremos (necesitamos) igualmente poder desplazarnos por la calzada, ignorando las vías ciclistas segregadas adyacentes cuando así lo estimemos conveniente, y no solo para «ir de paseo», sino para desplazarnos por ciudad. 

Para poder utilizar la bicicleta como medio de transporte los-demás- ciclistas-no-atletas-profesionales resulta que también queremos poder desplazarnos por la calzada de nuestras ciudades y no vernos obligados ni restringidos por el carril-bici adyacente.

La experiencia nos ha enseñado que, en la vida real, nadie ha sido capaz de inventar una mejor infraestructura para circular en bicicleta que la red de calles y calzadas existentes. 

Muchos ciclistas consideramos que circular en bicicleta por la calzada es, por lo general, más rápido, más cómodo y más seguro que hacerlo por vías segregadas. Y en todo caso, no hacemos daño a nadie circulando por la calzada, si decidimos hacerlo.

En definitiva, queremos poder circular por la calzada por razones que no tienen nada que ver con el músculo, ni con el entrenamiento atlético ciclista.

Queremos poder desplazarnos por la calzada en lugar de por el carril-bici,y queremos, además, hacerlo a nuestro propio ritmo: al del pedaleo cómodo y sin sudores que marquen nuestras piernas desentrenadas, a nuestra velocidad de crucero muy por debajo de las velocidades de entrenamiento de +40 km/hora del ciclista de élite (que estais dando a entender en este video son el atributo físico requerido para pisar la calzada).

Los ciclistas-de-desplazamiento lento (es decir, la mayoría de los ciclistas), somos tráfico también. No molestamos en la calzada. Y no molestamos aunque nosotros no vayamos a 40 km/hora. No molestamos aunque el resto del tráfico tenga que moderar su velocidad para adaptarla a la nuestra. Los ciclistas-de-desplazamiento lento (es decir, la mayoría de los ciclistas) tenemos (o deberíamos tener) todo nuestro derecho a  circular por la calzada, fuera de guetos carrilbicistas. 

La calzada no es un privilegio reservado solo para los coches y para algunos atletas de élite a pedal, sino que debe ser un espacio compartido cuyo uso pleno corresponde por derecho a todos los conductores de vehiculos, incluidos los conductores de bicicletas.

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La segunda puntualización, querido Antonio Triviño y demás compañeros, es que me parece inaceptable que profesionales del derecho (desde distintos ámbitos) estéis dando por sentado que la obligatoriedad de circular por el carril-bici es algo que solo dependa – jurídicamente hablando – de alambicadas disquisiciones sobre si son galgos, o si son podencos – si estamos ante un «auténtico carril-bici», o si se trata solamente de una «acera-bici» -, o sobre si existe o no existe la «piruleta azul» (si la «vía ciclista» está o no señalizada con la señal azul redonda con dibujito de ciclista dentro, indicando la obligatoriedad de uso del carril), o ni siquiera de lo que diga al respecto la Ordenanza municipal de turno.

La realidad (jurídica) es que otra interpretación razonablemente posible – y que de hecho es probable que en caso de accidente con otro vehículo sea utilizada en nuestra contra – es que la obligatoriedad de circular por el carril-bici allí donde exista es una regla discriminatoria (en tanto que a aplica a los ciclistas por el hecho de circular en bicicleta) que el Reglamento de Circulación establece casi al alimón (y no es por casualidad) con otra regla igualmente discriminatoria para los ciclistas: la obligación de circular por el arcén allí donde exista.  Tal obligatoriedad de circular por el carrilbici – cabe interpretar – se deriva directamente del Artículo 36 del Reglamento de Circulación, que desarrolla el Artículo 15 de la Ley sobre Tráfico.

Es decir, que a día de hoy:

1. Existe un riesgo no pequeño de que, en caso de accidente, la obligatoriedad de circular por el carril-bici, con el Reglamento de Circulación en la mano, cualquier juez español se la pueda sacar de la manga en contra del ciclista, y ello aunque no exista ninguna pirula azul, y diga lo que diga al respecto, en su caso, la Ordenanza municipal de turno.

2. Con toda la razón, los ciclistas podemos considerar que, en el actual marco jurídico, cada metro de carril-bici construido o imaginado está lesionando nuestra legitimidad y nuestro derecho a circular por la calzada.

La anterior interpretación, lógicamente, no me gusta en absoluto, pero no es un capricho, ni una neura: está confirmada por lo que han dicho y hecho los Tribunales españoles al aplicar el derecho:

http://ciudadciclista.org/4641/escandalo-juridico-%C2%A1tribunal-espanol-declara-la-culpa-exclusiva-del-ciclista-arollado-por-un-automovil-porque-el-ciclista-no-circulaba-por-el-carril-bici/

Para la eliminación de las dudas jurídicas que puedan existir sobre la obligatoriedad o no de circular por el carril-bici, no basta con eliminar las «pirulas azules» y no basta tampoco con reformar las Ordenanzas Municipales. Es preciso entrar a machete en el corazón del problema: hay que reformar en profundidad el Reglamento General de Circulación (en particular el actual artículo 36) e, incluso, la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial (artículo 15).

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¿De verdad los ciclistas deportivos no tienen algo positivo que aportar para favorecer el uso de la bicicleta como medio de transporte? 

5 comentarios

  1. Gracias a artículos como éste empiezo a entender el por qué de la crisis y que los políticos nos tomen a choteo y se dediquen a esquimarnos. Este video intenta demostrar la inadecuación del carril o acera-bici y de las incongruencias en la ley en cuanto a la normativa al respecto. No falta al respeto a nadie, Piedra no dice en ningún momento que para ir por la calzada haya que ir a 40 km/h., simplemente intenta hacer comprender a las autoridades pertinentes que el carril bici está mal hecho, mal diseñado y mal legalizado y que de cualquier forma tenemos derecho a estar en la calzada, calle o lo que se tercie. Si el fin que persigue este artículo es precisamente que se nos deje circular por la calzada, no entiendo como consideran enemigos a los ciclistas deportivos cuando están defendiendo lo mismo que los urbanos. Yo soy ambas cosas, deportiva y urbana, y no comprendo a qué viene tirar piedras contra nuestro tejado, faltar al respeto por la forma de vestir y lanzar interpretaciones sesgadas de las declaraciones de un profesional. Mejor sería que uniéramos las fuerzas por luchar por lo que realmente importa, que se cambie la normativa, que pelearnos entre nosotros. Con éso sólo conseguimos hacer el caldo gordo al político de turno.

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  2. Creo que Cook ha sido bastante comedido, yo me suelo abstener de hacer este tipo de artículos porque no hubiera podido evitar soltar alguna avispilla que pique con dureza,… :D

    Conozco a muchos profesionales personalmente, también a Piedra y al padre, según el trato que he tenido con ambos me parecen bellisimas personas que no han dudado en colaborar en alguno de mis proyectos desinteresadamente, por eso creo que este vídeo parte de cierta ingenuidad que lo hace si cabe más dañino. La actitud de superioridad moral de los profesionales cuando hablan sobre la bicicleta como medio de transporte no se corresponde con sus aptitudes conduciendo la bicicleta en ciudad, que son bastante deficientes y en este vídeo no es una excepción, no solo en los comentarios (y prefiero no entrar en la actitud de discriminación hacia los peatones o en el discurso de Triviño que durante años, diga lo que diga, se ha encargado de demostrarnos de que palo va, segregación hasta el infinito y mucho más ) con ver la forma que salen del semáforo a final del vídeo, que es una de las cosas que no se deben hacer si valoras tu propia pellica, deja bien claro que necesitan unos cursos de conducción de la bici por ciudad.

    Yo también soy ciclista deportivo, desafortunadamente los que también usamos la bici a nivel deportivo tenemos unos vicios conduciendo la bici que son contraproducentes en ciudad, y ya si hemos hecho ciclismo de competición se agravan bastante.

    Gran parte de las piedras que veo que se tiran sobre nuestro tejado son las que llevan tirando desde hace muchos años los profesionales deportivos (que no olvidemos son una minuscula minoría elitista dentro del grueso de personas que se ganna el pan dando pedales) y los que dicen representarnos. La visión de la bicicleta como transporte en el medio urbano desde un punto de vista del ciclista deportivo solo conduce a la confusión y al desastre, algo que parece que les encanta a algunos neo-burócratas de la bici para conservar sus ministerios

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  3. No lo puedo afirmar porque no se ve bien, pero las bicis de carretera del video llevaban timbre?

    Si no es así, alguien debería asesorar al asesor, porque llevarlo es obligatorio siempre.

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  4. Quienes han tirado piedras y, como puede verse en el video, auténticas bombas atómicas contra nosotros son los carrilbicistas.

    Prometieron proveernos a los ciclistas de un espacio segregado – el carrilbici- que sería supuestamente mejor para circular la calzada.

    Lo peor de todo no es que ese espacio fantasioso no aparezca, y que los carriles bici del mundo real sean una mierda pinchada en un palo que no mejore la circulación integrada por la calzada.

    Lo peor es que ya no hay marcha atrás y que ahora los ciclistas ya no podemos circular con normalidad por las calles.

    Mi principal preocupación como ciclista es la falta de legitimación que en ocasiones experimento en el tráfico.

    La familia Piedra serán unas bellísimas personas, no me cabe duda si además lo confirma mi amigo Chuparruedis.

    Pero, por los motivos que expongo en esta entrada, creo que el resultado de este viedo contribuye de forma netamente negativa a mejorar la legitimación y la normalización de *todos los usuarios de la bicicleta* en las calles.

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